Rolando García y Emilia Ferreiro fueron científicos únicos, de una inmensa capacidad y honestidad intelectual, profundamente comprometidos con la realidad latinoamericana. Conformaron una pareja que se potenció mutuamente a lo largo de su trayectoria.

Rolando García demostró que la teoría precede a la observación (no sabemos lo que vemos, vemos lo que sabemos). Emilia Ferreiro fue esa teoría que, en el campo de la lectoescritura, convirtió en evidencias de una lógica articulada lo que para todo un sistema educativo eran muestras de algún trastorno, síndrome o deficiencia. Niños y adultos en el proceso de adquisición de la lengua escrita se convirtieron, a partir de ella, en interlocutores inteligentes a tomar en cuenta.

Las investigaciones de Emilia Ferreiro en lengua escrita y las de Rolando García en epistemología e historia de las ciencias se desarrollaron en diálogo continuo, dándole a sus propuestas teóricas una solidez excepcional.

Para ambos, Jean Piaget fue la referencia clave que les permitió replantear los problemas y revolucionar los campos en los que incursionaron. Rolando García conoció a Piaget ya formado en el empirismo lógico (fue discípulo de Carnap y Reichembach). El trabajo conjunto entre Piaget y García partió del profundo conocimiento de los paradigmas que revolucionó.

Por su parte, Emilia Ferreiro fue la única latinoamericana que realizó sus estudios de doctorado bajo la dirección de Jean Piaget, y se convirtió en pionera en la investigación psicogenética sobre la adquisición de la lengua escrita.

Emilia Ferreiro no conoció a Piaget gracias a Rolando García. Fue a la inversa...

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